Así se llama esta entrada porque es ahora cuando ha decidido hacerlo, no antes ni después, ahora toca porque él ha decidido que toca.
miércoles, 22 de julio de 2015
domingo, 17 de mayo de 2015
Quiero recordarte
Hace un año estuviste y te fuiste.
Mi cuerpo supo que estabas, y desde fuera supe que estabas. Mi pensamiento y mi corazón te dieron el hueco que te correspondía y alimentaron tu presencia con palabras y pensamientos a tu ser.
jueves, 30 de abril de 2015
Quiero ser sensible
Durante toda mi vida me consideré una persona extremadamente sensible; sentía y vivía cada situación intensamente, como si el mundo se acabara en ese momento.
Cuando sufría, lo más profundo de mis entrañas se removía y daba paso a un torbellino de sensaciones y reacciones que en muchas ocasiones derivaba en daño, sobre todo para mi.
sábado, 11 de abril de 2015
Cuando el Amor se multiplica (I)
Soy la mayor de tres hermanos, así que en mi infancia escuché en muchas ocasiones eso de "¿se tienen celos?" "A lo mejor tiene pelusilla"... Y otras tantas cosas que hacían referencia a la relación con mis hermanos y el amor que nuestros padres nos ofrecían.
Quise ser madre de varios niños, crear una familia en la que hubiera hermanos con los que compartir experiencias; yo aún recuerdo con mucho amor las horas junto a los míos,y ciertamente me parece algo mágico el vínculo que tenemos. El único dolor o espinita que quedaba eran las comparaciones, los "tu hermano es esto y tú lo otro", no sólo de familiares sino también de profesoras, ya que acudíamos al mismo colegio, y eso que "a priori" yo era "la mejor" parada, la que estudiaba, la que sacaba notas, la obediente... Y con el tiempo hizo resentir mi relación con ellos en algunos momentos.
Al ser madre, en mi segundo embarazo, quise romper con esos patrones culturales de: "eres el mayor" "tú eres más pequeño" "los hermanos se tienen que querer" y permitir que el vínculo entre ellos se formara por sus propias vivencias y emociones, tal y como lo viví yo pero sin la presión social, sin la obligación.
martes, 27 de enero de 2015
Eres movimiento
Me costó mucho entenderte, comprenderte, y por qué no decirlo... Aceptarte. No a ti, ni a tu esencia, sino al modo de hacerte presente, de mostrarte a los demás.
Hoy entendí, durante la mañana, que eres más igual a mi de lo que había imaginado y observado. Después de unos escasos minutos entendí que te mueve la curiosidad, que te mueves porque eres movimiento, porque viéndome en ti no recuerdo un día en el que haya pasado horas tirada en el sillón... O si... Pero sin dejar de mover mis manos y mis pies al compás de mi pensamiento. Y tú que me sirves de espejo, de pronto te puedo ver.
Te subes y te bajas, por cada rincón, da igual que haya sido diseñado para otra cosa, tú le das la utilidad que necesitas y te vuelves a mover. Con tus manos le muestras a tu maestra que dibujas las letras en el aire... Sí, sé que eso se trabaja en alguna pedagogía alternativa, pero tu lo has hecho bajo el impulso que con tus 3 añitos te ha llevado a mover la mano en ese sentido... Nadie te lo ha mostrado, has conectado cos eso porque eres movimiento y el movimiento te lleva a descubrir de ese modo.
Esta mañana has dibujado letras en la arena, montañas heladas con rotulador en un papel, recortado dibujos de muñecos de nieve, trazado laberintos con rotulador en ese libro tan chulo de tu acompañante, has hecho puzzles de geometría, analizado las letras de los nombres de tus amigos y buscado las similitudes... Has visto un mapa y buscado Gran Canaria, y Montaña los Vélez porque querías ver "en que lugar de la tierra está tu casa". Pediste que te leyera un cuento sobre la nieve... Y culminaste con Frozen... Que viene a estar dentro del proyecto que tu escuela tiene diseñado para esta semana... Y todo en menos de una hora... Entendí que aprendes en movimiento: te pones de pie, buscas, indagas, saltas mientras colocas dos piezas de un puzzle, y muy concentrado recoges de la mesa los granos de arena que se han salido de la bandeja en la que hiciste las letras.
Hoy me di cuenta que cuando estabas gestándote en mi interior me estabas contando que eras así... Movimiento... Y yo no me había enterado... ¡Menos mal que mi inconsciente registró la información y hoy estamos dónde estamos! O quizás sí te escuche, sí nos comunicamos... Sólo que desconocía por completo que ese ser que eres, esa esencia que habita en ti, se manifiesta de este modo... Y sobre todo creo que en el fondo no me había quitado las gafas que filtran lo esencial de la vida y simplemente no me había permitido disfrutarlo.
Gracias bichito mío... Gracias por luchar para quedarte y hoy estar aquí con nosotros disfrutándonos. Te acepto, te quiero y por si fuera poco... Te admiro.
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