martes, 17 de julio de 2012

¡Hoy es un día especial!

Hoy es un día especial
de ilusión y alegría...
hace cuatro años
¡nació Liam!

Así comenzaba el cuento personalizado del pasado jueves... realmente un día especial por todo lo que suponía para esa familia: cuatro años de la llegada de su primer hijo, cuatro años de nanas, abrazos, besos y caricias a todas horas, cuatro años de cuentos antes de dormir... y cómo no, especial para el propio protagonista:¡Liam!.

En esta fiesta no hice animación ni actividades, desplegué toda mi creatividad con los cuentos y rimas para los peques... y también para los adultos que quisieron acompañarnos. Como en las anteriores ocasiones, lo principal era centrarme en los gustos del cumpleañero y desde sus propias inquietudes ofrecer las rimas, cuentos y canciones. Estuvo el Pollo Pepe, que sin saber cómo, vino a parar desde la casa del niño a mi maleta mágica... pudo haber sido su mamá la gallina, o él que quería estar con su amiguito... nunca lo sabremos, porque como ya he dicho... mi maleta es mágica. También vino la ratita presumida, a contarnos su historia de cómo conoció a su marido el ratoncito y algunas canciones cantamos como la del botón de Martín. Uno de los momentos mágicos fue cuando su mamá contó a todos los niños uno de los cuentos favoritos de su peque: ¿A qué sabe la luna?... realmente emotivo para todos, pero especialmente para ella. Y el colofón: el cuento personalizado de Liam ¡Hoy es un día especial!. Mil fotos de todas sus hazañas, sus aventuras, sus amigos y familia, sus aficiones, sus anécdotas... acompañadas de rimas con las que contar la historia de su vida... ¡Qué cara se le quedaba cuando narraba las cosas que le habían sucedido! esa cara de sorpresa como pensando... ¿y tú cómo sabes todo esto?.

Realmente un día especial... ¡Felicidades Liam!

lunes, 9 de julio de 2012

Jugar con nuestro/a peque ¿nos ayuda a crecer?.

Esta semana ha sido muy importante para mi por muchas circunstancias personales y profesionales, y cada día he intentado crecer un poquito más... pero tengo la sensación de haber dado un "estirón", un paso más, un salto de madurez...

Gran parte de esa sensación ha venido dada por las experiencias compartidas esta semana con las familias que asisten a los talleres: en este caso todas madres con ganas de dedicar tiempo de calidad a sus niños, de entenderlos, de saber descifrar qué les gusta y poder ofrecerles lo que demandan. Mamás con ganas de ver crecer felices a sus hijos, pero también con la ilusión de crecer ellas junto a ellos, de aprender, de disfrutar... y eso me ha llenado el alma. ¡Son unas mamis muy lindas y grandes!... las admiro a todas.

Jugar es importante para el niño/a, para su desarrollo físico, psíquico y emocional... pero también para nosotros. Nos gusta conectar con nuestros hijos, sentirnos importantes para ellos y hacerles sentir que también ellos son importantes para nosotros, buscamos la manera de alimentar ese amor que existe en la familia, de generar situaciones divertidas y desinhibidas y ofrecer lo más puro de nosotros... y ahí es dónde aparece el juego. El juego nos ofrece esa mirada limpia, esa hoja en blanco en la que todo es posible, todas las historias y los personajes. Es en el juego dónde las emociones no tiene límites, dónde un elefante puede jugar al fútbol o una barco volar... dónde podemos reinventarnos y descubrir cómo crecer junto a ellos. Muchas veces he hablado de observar a los niños/as, de estar atentos a sus llamadas y descubrir sus intereses, pero... ¿nos observamos a nosotros? ¿qué actitud tomamos ante y durante el juego? ¿sale el/la niño/a que llevamos dentro y que seguimos siendo?

Hablando con esas grandes mamis, descubría esos límites que nosotros mismos nos ponemos... me sorprendió un comentario que hizo una de ellas (a la que por cierto tengo mucho cariño... V.): "es que yo siempre he sido muy correcta, siempre he guardado las formas... y me cuesta sacar esa niña y sobre todo delante de la gente"... pero sus ojos iluminados mientras miraba a T. riéndose con mamá pata... delataron a esa niña... a esa mami llena de amor, de ganas de estar con su peque y compartir tiempo, vivencias, sonrisas, canciones... esa mami con la ilusión de crecer junto a su bebé.

Y ¿cuál es la clave? ¿qué podemos hacer? de momento, para empezar y como digo coloquialmente... "¡soltarnos la peluca!", sentarnos a su lado, poner "el culo" en el suelo y nuestros ojos a la altura de los de ellos y... ¡fluir!... saldrá ese niño/a interior que también quiere crecer, que ha encontrado un nuevo compañero de viaje a modo de hijo/a del que cogerse de la mano y aprender, con quién vivir aventuras y explorar nuevos caminos. Y por supuesto, no te olvides de escucharle y observarle para que también él/ella pueda crecer.

domingo, 1 de julio de 2012

¡Feliz no cumpleaños!

Ayer tuve el honor de participar en una gran fiesta, llena de ilusión y magia... no sólo por los niños, sino por las mamis que la organizaban. Todo pensado al más mínimo detalle para el disfrute de los peques.
Para mi era todo un reto por muchos motivos: la confianza y el cariño hacia los niños homenajeados, el número de participantes en la fiesta, indefinido por momentos pero bastante numeroso, las expectativas de madres y niños que organizaban la fiesta... porque no era una fiesta cualquiera... era una GRAN FIESTA, una ¡FIESTA DE NO CUMPLEAÑOS! y tenía que ser especial.

En primer lugar me reuní con los homenajeados, A. y E., para saber el motivo de la celebración... de sus propias palabras salió esta frase tan esclarecedora: "es una fiesta de no cumpleaños pero en la que pueden haber regalos... o no" jeje... Ambos, por diferentes motivos no habían podido celebrar su cumpleaños, el de 7 años, y sus mamás, con buen criterio decidieron organizarla ahora y que vinieran sus amigos, familiares... etc. En esa reunión supe de los cuentos que más les gustaba, sus colores favoritos, sus canciones, sus actividades, y que les gustaban los caballeros, las princesas y los dragones.

Comenzamos la animación ambientándonos en una corte medieval a través de una historia; yo era un juglar que tenía la labor de entretener al Caballero A. y la Princesa E., pero por diferentes motivos no estaban preparadas ni la armadura del caballero, ni el vestido de la princesa, ni el pequeño dragón que tenían como mascota. Así que necesitaba ayudantes de la corte voluntarios para tal cometido, y claro... no faltaron manos en el aire para pintar con temperas el atrezo que había llevado. 
Una vez terminado, como toda fiesta que se precie en la corte, hicimos una baile entre todos los participantes. Evidentemente A. y E. fueron los encargados de guiarnos en las coreografías y además aprovechamos para descargar adrenalina... y acto seguido, tras una bajada de revoluciones, adentrarnos en el mágico mundo de los cuentos y disfrutar con las orejas bien puestas.
Aparecieron Hansel y Gretel, Blancanieves y los siete enanitos y El gato con botas, los cuentos favoritos de los dos protagonistas de la tarde. Mediante libros con desplegables, ilustraciones y voces exageradas, dimos vida a los tres cuentos... incluso los niños contaban las partes que se sabían o los diálogos que recordaban.
Seguimos con una manualidad: elaboración de una marioneta de papel para llevarlo de recuerdo a sus casas.  Con folios, colores, tijeras y unos pinchos de madera, cada quién hizo las marionetas que quiso: sirenitas, gatos cósmicos, seres de otro planeta, dibujos de la tele...
Y para finalizar, a petición de la princesa de la fiesta, con el atrezo hicimos un pequeño teatrillo y la casita de madera se convirtió en un castillo, Franklin en un hermoso caballo veloz, y A. y E. en caballero y princesa. La historia la fuimos elaborando los participantes de la fiesta, niños y mayores, cada quien añadiendo una frase al cuento... y tras los besos oportunos, los rescates del castillo y la lucha del dragón, pudimos decir: colorín, colorado... la fiesta así ha terminado.

Gracias a todos los asistentes por la colaboración y la participación, a pesar de ser un grupo muy numeroso la fiesta fue genial y sobre todas las cosas... A. y E. fueron los protagonistas, los importantes, porque no todos los días podemos tener una gran fiesta de no cumpleaños ;)