jueves, 20 de diciembre de 2012

¿Aún no conoces pizcocio?, tu agenda de ocio infantil en Gran Canaria

Pizcocio es tu referente de ocio infantil en Gran Canaria.

Pizcocio publica las actividades gratuitas para niños que organizan los ayuntamientos, las bibliotecas, los centros comerciales…

Pizcocio aúna el teatro infantil, los musicales para los más pequeños, losconciertos en familia…

Pizcocio reúne la información de los talleres infantiles, cursos, excursiones, las fiestas populares, los festivales…

Pizcocio te informa de las actividades infantiles en Las Palmas, en Telde, Agüimes, Ingenio, Arucas, Gáldar, Guía… intentando abarcar todos los municipios de la isla.

Pizcocio te cuenta la programación infantil del Alfredo Kraus, CICCA, Teatro Pérez Galdós, Teatro Juan Ramón Jiménez, Sala Insular de Teatro…

Pizcocio publica todos los viernes la agenda infantil del fin de semana para que tengas a mano todas las actividades para niños y niñas del sábado y domingo.

Pizcocio te enseña las manualidades que hacemos, además de enlaces de las páginas que nos gustan y nos dan ideas para jugar y crear con nuestros pizcos.



Tu agenda de ocio infantil.
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viernes, 2 de noviembre de 2012

Cuentos por Halloween.... Uuuuuuuh!

A pesar de que nunca he celebrado Halloween, como tampoco he celebrado los "Finaos" porque tampoco sabía que se celebraba (pero ese es otro tema...jeje), este año tuve la oportunidad de poder asistir a una Graaaaan Fieeeesta: ambiente, actividades, la gente que nos acompañó como las pequeñas calabacitas, princesas heridas, brujas, vampiros, bebés esqueleto y hasta alguna mami con su maquillaje, tocado y capa... Y pude entender la diversión que para los peques de la casa supone celebrarlo: maquillaje, montruos, caramelos, historias tenebrosas... Y... resulta que me lo pasé ¡pipa!.

Durante la primera actividad tuve dos ayudantes excepcionales que no suelen acompañarme y a los que aún les cuesta entender que mami está con otros peques, pero he de decir que yo misma me sorprendí, porque con ayuda para no desatenderlos (¡¡¡gracias Minerva, Nori, Estefanía León y quienes me pueda olvidar!!!) y tras el paseito que se dieron cuando llegó su papi, volvieron con energías renovadas y fueron de los últimos en abandonar el fiestón :)

Mi amiga Fátima estuvo haciendo maquillaje profesional de heridas, arañas y hasta algún vampiro...¡espectacular! Y David Béjar retrató momentazos como la imagen que acompaña el texto... ¿Qué me dicen? Sin palabras... :)

Como "cuentista" que soy, el mejor momento para mi es el de contar historias y transportarnos a mundos imaginarios y en este caso... tenebrosos!!! Tuve aquí otro acompañante, el fantasma G (gracias mi niño!!!) y a pesar de taaaanta gente hubo mucha magia en el ambiente y conocimos la historia de Cásper, porque se utilizan calabazas en Halloween, cómo es que la Bruja Piruja se escondió en el bosque y el Jinete sin Cabeza buscaba una de repuesto. Claro está que todos los finales eran felices, con los monstruos como amigos y los sustos meros anécdotas.

Y para el próximo año, si mis peques quieren, ¡también nos disfrazamos!

 

jueves, 1 de noviembre de 2012

Una tarde de galletas


El martes  pasamos la tarde en casa, por la amenaza de temporal, y ¡nada mejor que disfrutar haciendo unas ricas galletas! Sacamos la receta de un libro de cocina con niños (Niños, ¡a la cocina! 80 recetas dulces para disfrutar cocinando con niños de todas las edades, Esmeralda Berbel) y nos pusimos manos a la obra. Estrenamos además los moldes de Halloween que nos regalaron sus tíos y abuela.

Como colofón: la cara de satisfacción al comerlas mientras decía "¡están buenísimas! Las hicimos Juan, mamá y Pablo" y un "¡mañana hacemos más!"


Receta:
2 tazas de copos de avena (muy finos)
1 taza de harina
2 cucharadas de azúcar Moreno
1 plátano
1 cucharada de semillas de sésamo
100g de mantequilla a temperatura ambiente
100g de chocolate en trocitos

Mezclamos en un cuenco la harina y los copos de avena, estrujando con las manitas para partir los copos.
Añadimos el resto de ingredientes y amasamos hasta formar una bola de masa compacta.
Ahora el peque puede formar sus propias figuras, formas, etc., o podemos estirar la masa y hacer figuritas con molde.
Calentamos el horno, colocamos las galletas y las horneamos 10 minutos a 180grados.
Las dejamos enfriar y ¡listas para comer!

No soy gran cocinera ni repostera, pero disfruto de estos ratitos un montón.

martes, 30 de octubre de 2012

Una anécdota por su cumpleaños


Leyendo este artículo de Bebés y más sobre el altruismo en los niños, y aprovechando que estaba dándole vueltas a una publicación sobre su primer cumpleaños, se me ocurrió que lo mejor que podía hacer era contar una anécdota:

"Su hermano juega con sus propios coches a las carreras y él quiere cogerlos y jugar con él así que decidimos adelantarle su regalo de cumpleaños para que Juan no se sintiera invadido en la paz y concentración de su juego, y para que Pablo pudiera también hacer sus propias carreras. Sus yeyos le entregan una bolsa con cinco coches nuevos al son de cumpleaños feliz mientras su hermano observa lo que poco a poco va sacando de la bolsa... Los toca, hace "brum brum", los mueve en el suelo... Pero en menos de un minuto  ya Juan dice: "yo también los quiero, son míos" (sabíamos que pasaría) así que llegamos a un acuerdo en el que compartimos y podemos jugar todos. En un ratito, ya su hermano mayor se había apoderado de todos y cuando se da cuenta intenta recuperarlos... A lo que su hermano mayor responde llorando, gritando, etc. Intento ir a calmarlo y explicarle que son de Pablo, etc... Y antes de poder reaccionar Pablo le mira sonriente y le entrega uno a uno cada coche al gesto de "cógelo" con la mirada llena de brillo, le da un abrazo y un beso, se da media vuelta y empieza un juego nuevo con otras cosas... A punto de salirme la lagrimita Juan le mira y con una gran sonrisa le responde: gracias Pablo, eres mi mejor amigo!!! ... Y Pablo le mira y se echa una carcajada y Juan me mira y me dice: se ríe mamá, me quiere!"

Sin decir más por mi parte, invito a la reflexión e interpretación libre de cada uno... Para mi una gran lección.

¡Feliz cumple Pablo! Con sólo un añito y cuanto aprendemos todos cada día de ti... Muack!

Sábado 3 de noviembre: Despertar los sentidos en Café Délices

Nos vemos el sábado!!!

domingo, 28 de octubre de 2012

Música y emociones en Blossom

Como cada sábado, el de ayer estuvo lleno de diversión, pero además de cierta carga emotiva porque a través de la música, el baile, la letra, la melodía... Tratamos de conectar con nuestros peques... Sensaciones a flor de piel... GRACIAS nuevamente!



martes, 23 de octubre de 2012

Francesco Tonucci: "Se aprende más jugando que estudiando"

Hace unos días entre los diferentes medios que sigo en las redes sociales me encontré con este 
artículo de "El blog alternativo" , una reflexión que ya conocía pero que hasta ahora no había
 calado tan profundo en mi y que me apetece compartir con ustedes.

http://www.elblogalternativo.com/2009/08/02/se-aprende-mas-jugando-que-estudiando-entrevista-a-francesco-tonucci-ninologo/

jueves, 20 de septiembre de 2012

Mamá, voy con unos amigos a jugar al rol...

Llevo muy poco tiempo publicando y no he dedicado aún ninguna entrada a juegos de adolescentes y jóvenes, que por supuesto también juegan y siguen creciendo... (como siempre digo todos podemos jugar y todos estamos en crecimiento constante).

No voy a entrar en detalles porque el enlace que les dejo me parece muy completo y la verdad que no me he preparado mucho más para la publicación, lo acabo de leer y me apeteció compartirlo con ustedes, porque además sé que algunos ya tienen niños más mayores y porque también los nuestros lo serán en algún momento.

Los juegos de rol fueron un gran desconocido para mi durante mi infancia y adolescencia, entre otras cosas porque pertenecían  a ese mundo oscuro del que habla el artículo... Pero de mayor he pasado muchos viernes jugando, hasta pocas semanas antes de dar a luz a Juan... Y me encanta jugar, el clima que se crea entorno a una de las partidas dónde todos tenemos que colaborar, que tomar decisiones por un objetivo común, dónde te distraes, te diviertes, lees, piensas, ríes, y lidias con las opiniones que no te gustan de los otros.

En casa jugaremos al rol con los peques, si a ellos les gusta evidentemente, desde que su madurez y nuestra creatividad nos lo permita... Podremos inventarnos juegos de rol de piratas, para encontrar un tesoro, de caballeros y castillos, para salvar a una dama... Porque de algo estamos seguros: es un cóctel muy positivo de diferentes destrezas y habilidades en un solo juego.

Gracias "Máster" por el enlace... :)

http://ntic.educacion.es/w3/recursos2/estudiantes/jovenes/op_11.htm

domingo, 16 de septiembre de 2012

¡Taller Despertar los Sentidos! En Las Palmas de G.C. y Cruce de Arinaga...

Aquí les dejo la información de los talleres en función del lugar en el que se desarrolla, con fechas, horario y contacto para inscribirte.

¡No te quedes sin tu plaza!




lunes, 3 de septiembre de 2012

Cosas del verano...


Llevo casi dos meses sin escribir nada, y no porque no tenga cosas que contar, al contrario, sino porque me he dedicado a la gratificante tarea de Crecer Feliz junto a mis hijos... 

En una entrada anterior comentaba sobre dejar salir nuestr@ niñ@ intern@ y permitirle que también jugara y creciera, pero no sabía hasta que punto podía ser tan importante ese detalle. Tomé conciencia hace unas semanas que era una necesidad para mi ofrecerle a mi niña interna la posibilidad de participar en mi vida, que jugara, que cantara, que bailara... Junto a mis hijos, de la mano... Pero también que llorara, que sacara sus miedos, que manifestara sus inquietudes y que mostrara sus "heridas"... Todo ello para que pudiera sanarse y crecer feliz... Porque sólo de esa manera, dejando crecer a mi niña y sintiendo esa armonía, podría conectar de manera sincera con mis ángeles (como me gusta llamar a Juan y a Pablo). Y, ¡Vaya si ha funcionado!. Ni siquiera se cómo explicarlo porque es una sensación que te invade por dentro que hace que puedas mirar en clave positiva, que te cargues de una paciencia casi infinita (esa que pensabas no ibas a poder tener en la vida), que no pierdas la perspectiva de tu papel como madre, que no te hundas en los errores y que los valores como oportunidades, quitarte el lastre de una imagen que quieres proyectar y simplemente fluir y permitirte ser tu misma... Y mirar hacia atrás con una sonrisa en los labios y la mente y el cuerpo en paz...

Me adentré en este crecimiento de manera consciente hace algunos meses, pero realmente considero que en estas semanas es cuando he dado pasos de gigante, y no puedo más que sentirme muy feliz y privilegiada. Evidentemente sigo creciendo... Lo hacemos durante toda la vida, pero desde lo más profundo de mi corazón siento que ha habido un antes y un después, que si antes el amor invadía mi cuerpo, ahora soy más afortunada porque tengo más herramientas para conectar conmigo misma y con mis niños, respetarme y respetarlos, quererlos y quererme.

Habrán lectores que se sientan identificados  con estas líneas, otros que lo vean como un rollo místico que vete tú a saber qué tiene que ver con jugar con tus hijos, que al fin y al cabo es de lo que va este blog, ¿No?. No pretendo que lo entiendan, pero es verdad que me moría de ganas por compartirlo porque realmente creo que tiene TODO que ver... Bueno, y para decirles que esta es la base por la que regreso con las pilas cargadas, con energías renovadas y con el entusiasmo de compartir con quien le apetezca la aventura de ver crecer feliz a su pequeñ@... Entre risas, canciones, cuentos y sobre todo, jugando.

martes, 17 de julio de 2012

¡Hoy es un día especial!

Hoy es un día especial
de ilusión y alegría...
hace cuatro años
¡nació Liam!

Así comenzaba el cuento personalizado del pasado jueves... realmente un día especial por todo lo que suponía para esa familia: cuatro años de la llegada de su primer hijo, cuatro años de nanas, abrazos, besos y caricias a todas horas, cuatro años de cuentos antes de dormir... y cómo no, especial para el propio protagonista:¡Liam!.

En esta fiesta no hice animación ni actividades, desplegué toda mi creatividad con los cuentos y rimas para los peques... y también para los adultos que quisieron acompañarnos. Como en las anteriores ocasiones, lo principal era centrarme en los gustos del cumpleañero y desde sus propias inquietudes ofrecer las rimas, cuentos y canciones. Estuvo el Pollo Pepe, que sin saber cómo, vino a parar desde la casa del niño a mi maleta mágica... pudo haber sido su mamá la gallina, o él que quería estar con su amiguito... nunca lo sabremos, porque como ya he dicho... mi maleta es mágica. También vino la ratita presumida, a contarnos su historia de cómo conoció a su marido el ratoncito y algunas canciones cantamos como la del botón de Martín. Uno de los momentos mágicos fue cuando su mamá contó a todos los niños uno de los cuentos favoritos de su peque: ¿A qué sabe la luna?... realmente emotivo para todos, pero especialmente para ella. Y el colofón: el cuento personalizado de Liam ¡Hoy es un día especial!. Mil fotos de todas sus hazañas, sus aventuras, sus amigos y familia, sus aficiones, sus anécdotas... acompañadas de rimas con las que contar la historia de su vida... ¡Qué cara se le quedaba cuando narraba las cosas que le habían sucedido! esa cara de sorpresa como pensando... ¿y tú cómo sabes todo esto?.

Realmente un día especial... ¡Felicidades Liam!

lunes, 9 de julio de 2012

Jugar con nuestro/a peque ¿nos ayuda a crecer?.

Esta semana ha sido muy importante para mi por muchas circunstancias personales y profesionales, y cada día he intentado crecer un poquito más... pero tengo la sensación de haber dado un "estirón", un paso más, un salto de madurez...

Gran parte de esa sensación ha venido dada por las experiencias compartidas esta semana con las familias que asisten a los talleres: en este caso todas madres con ganas de dedicar tiempo de calidad a sus niños, de entenderlos, de saber descifrar qué les gusta y poder ofrecerles lo que demandan. Mamás con ganas de ver crecer felices a sus hijos, pero también con la ilusión de crecer ellas junto a ellos, de aprender, de disfrutar... y eso me ha llenado el alma. ¡Son unas mamis muy lindas y grandes!... las admiro a todas.

Jugar es importante para el niño/a, para su desarrollo físico, psíquico y emocional... pero también para nosotros. Nos gusta conectar con nuestros hijos, sentirnos importantes para ellos y hacerles sentir que también ellos son importantes para nosotros, buscamos la manera de alimentar ese amor que existe en la familia, de generar situaciones divertidas y desinhibidas y ofrecer lo más puro de nosotros... y ahí es dónde aparece el juego. El juego nos ofrece esa mirada limpia, esa hoja en blanco en la que todo es posible, todas las historias y los personajes. Es en el juego dónde las emociones no tiene límites, dónde un elefante puede jugar al fútbol o una barco volar... dónde podemos reinventarnos y descubrir cómo crecer junto a ellos. Muchas veces he hablado de observar a los niños/as, de estar atentos a sus llamadas y descubrir sus intereses, pero... ¿nos observamos a nosotros? ¿qué actitud tomamos ante y durante el juego? ¿sale el/la niño/a que llevamos dentro y que seguimos siendo?

Hablando con esas grandes mamis, descubría esos límites que nosotros mismos nos ponemos... me sorprendió un comentario que hizo una de ellas (a la que por cierto tengo mucho cariño... V.): "es que yo siempre he sido muy correcta, siempre he guardado las formas... y me cuesta sacar esa niña y sobre todo delante de la gente"... pero sus ojos iluminados mientras miraba a T. riéndose con mamá pata... delataron a esa niña... a esa mami llena de amor, de ganas de estar con su peque y compartir tiempo, vivencias, sonrisas, canciones... esa mami con la ilusión de crecer junto a su bebé.

Y ¿cuál es la clave? ¿qué podemos hacer? de momento, para empezar y como digo coloquialmente... "¡soltarnos la peluca!", sentarnos a su lado, poner "el culo" en el suelo y nuestros ojos a la altura de los de ellos y... ¡fluir!... saldrá ese niño/a interior que también quiere crecer, que ha encontrado un nuevo compañero de viaje a modo de hijo/a del que cogerse de la mano y aprender, con quién vivir aventuras y explorar nuevos caminos. Y por supuesto, no te olvides de escucharle y observarle para que también él/ella pueda crecer.

domingo, 1 de julio de 2012

¡Feliz no cumpleaños!

Ayer tuve el honor de participar en una gran fiesta, llena de ilusión y magia... no sólo por los niños, sino por las mamis que la organizaban. Todo pensado al más mínimo detalle para el disfrute de los peques.
Para mi era todo un reto por muchos motivos: la confianza y el cariño hacia los niños homenajeados, el número de participantes en la fiesta, indefinido por momentos pero bastante numeroso, las expectativas de madres y niños que organizaban la fiesta... porque no era una fiesta cualquiera... era una GRAN FIESTA, una ¡FIESTA DE NO CUMPLEAÑOS! y tenía que ser especial.

En primer lugar me reuní con los homenajeados, A. y E., para saber el motivo de la celebración... de sus propias palabras salió esta frase tan esclarecedora: "es una fiesta de no cumpleaños pero en la que pueden haber regalos... o no" jeje... Ambos, por diferentes motivos no habían podido celebrar su cumpleaños, el de 7 años, y sus mamás, con buen criterio decidieron organizarla ahora y que vinieran sus amigos, familiares... etc. En esa reunión supe de los cuentos que más les gustaba, sus colores favoritos, sus canciones, sus actividades, y que les gustaban los caballeros, las princesas y los dragones.

Comenzamos la animación ambientándonos en una corte medieval a través de una historia; yo era un juglar que tenía la labor de entretener al Caballero A. y la Princesa E., pero por diferentes motivos no estaban preparadas ni la armadura del caballero, ni el vestido de la princesa, ni el pequeño dragón que tenían como mascota. Así que necesitaba ayudantes de la corte voluntarios para tal cometido, y claro... no faltaron manos en el aire para pintar con temperas el atrezo que había llevado. 
Una vez terminado, como toda fiesta que se precie en la corte, hicimos una baile entre todos los participantes. Evidentemente A. y E. fueron los encargados de guiarnos en las coreografías y además aprovechamos para descargar adrenalina... y acto seguido, tras una bajada de revoluciones, adentrarnos en el mágico mundo de los cuentos y disfrutar con las orejas bien puestas.
Aparecieron Hansel y Gretel, Blancanieves y los siete enanitos y El gato con botas, los cuentos favoritos de los dos protagonistas de la tarde. Mediante libros con desplegables, ilustraciones y voces exageradas, dimos vida a los tres cuentos... incluso los niños contaban las partes que se sabían o los diálogos que recordaban.
Seguimos con una manualidad: elaboración de una marioneta de papel para llevarlo de recuerdo a sus casas.  Con folios, colores, tijeras y unos pinchos de madera, cada quién hizo las marionetas que quiso: sirenitas, gatos cósmicos, seres de otro planeta, dibujos de la tele...
Y para finalizar, a petición de la princesa de la fiesta, con el atrezo hicimos un pequeño teatrillo y la casita de madera se convirtió en un castillo, Franklin en un hermoso caballo veloz, y A. y E. en caballero y princesa. La historia la fuimos elaborando los participantes de la fiesta, niños y mayores, cada quien añadiendo una frase al cuento... y tras los besos oportunos, los rescates del castillo y la lucha del dragón, pudimos decir: colorín, colorado... la fiesta así ha terminado.

Gracias a todos los asistentes por la colaboración y la participación, a pesar de ser un grupo muy numeroso la fiesta fue genial y sobre todas las cosas... A. y E. fueron los protagonistas, los importantes, porque no todos los días podemos tener una gran fiesta de no cumpleaños ;)

miércoles, 20 de junio de 2012

Actividades de verano

Estas son las actividades que con mucha ilusión hemos organizado para el verano 

Queremos acercar un poco más el trabajo y los servicios que desde Jugar y Crecer feliz se ofrecen y compartir en familia un rato agradable de juego y mucha diversión.

Reserva tu plaza llamando al 619 164 067 o en jugarycrecerfeliz@gmail.com ¡son limitadas!

La información más detallada acerca de los talleres la puedes encontrar aquí, y sobre el lugar en el que se van a realizar aquí.

martes, 19 de junio de 2012

Observar, jugar y aprender

Cuando nos convertimos en madre, padre, o educador de un pequeño, muchas veces y sin quererlo tendemos a comparar sus "hitos", sus avances y logros, con el del resto de niños que nos rodean. En ocasiones podemos incluso cuestionarnos nuestra labor como mediador o guía en esta fase de crecimiento y aprendizaje al ver que nuestro/a pequeño/a no hace lo mismo que los demás o no le interesa las mismas cosas. Y aunque sabemos que no existen dos seres humanos idénticos en ese momento parece que no lo recordamos y podemos incluso frustrarnos.

Observar a nuestro hijo/a se convierte en la clave del éxito.

¿Éxito? Sí, el éxito de conocer mejor a nuestro pequeño, sus gustos, intereses, prioridades... y saber ofrecerle alternativas de juego y ocio acordes a estos. Una manera más de vincularnos a él desde el respeto y ofrecernos como acompañantes en esta aventura de crecer y también en la de aprender.

Hace unos días participando en un congreso fabuloso (I Congreso Nacional Maternidad Multitarea), hablando en clave de educación y procesos de aprendizaje, varios de los ponentes hacían referencia a esta acción tan importante: OBSERVAR. Y, observar, también es parte fundamental para diferentes autores de diversas corrientes pedagógicas: José Antonio Marina y su "Educación para el talento", Sir Ken RobinsonHoward Gardner y la "Teoría de las Inteligencias Múltiples", y algunas más antiguas como el Método Montessori, entre otras. 

Pues eso, en observar está la clave. Pero, ¿cómo? ¿qué hago? ¿cuándo?... más y más dudas. A lo largo del día observamos de manera natural si al peque le apetece o no comer, si le ha gustado la comida, si necesita dormir, si quiere un abrazo o si por el contrario necesita su espacio. Con el juego es lo mismo: ver, sentir, ponernos en su piel, valorar, preguntar... todo de manera natural, espontánea, como espontáneo es el niño y el propio juego.

Quizás tenemos en nuestra cabeza la idea equivocada, yo la primera, de que jugar con el niño es básicamente coger un juguete y explicarle cómo se utiliza, dónde van las piezas, cuál es su correcta utilización y cómo no debe usarlo... y es en todo ese "trajín" dónde se pierde esa esencia de observar, de conocerle y por qué no decirlo, de aprender también de él. No quiero decir con esto que no juguemos con nuestros niños, que no interactuemos o que no expliquemos los usos de ciertos juguetes, ¡claro que no! nosotros somos su modelo, aprenden observándonos y compartiendo estas experiencias con nosotros. A lo que me refiero es que debemos quitarnos la loza de guiar al niño y enseñarle, y dejar que experimente y descubra por sí mismo. Cada cosa tiene su momento, y tienen que tener ese momento de exploración sin que se les juzgue, limite o se le guíe.

En esos ratitos en los que tiene "el mundo a sus pies", en el que decide qué y cómo utiliza, en el que un pedazo de papel se convierte en un coche o una pelota en un perro... es cuando realmente podemos observar. Su imaginación no tendrá limites y sacará su yo interno, el que desea ser un pirata o una jugadora de fútbol, el que ama los animales o prefiere contemplar las estrellas, el que canta a ritmo de tambores o   le entusiasma contar cuentos. el que ordena los elementos de manera muy estructurada o el que el caos es su orden... Nosotros desde la distancia le miramos descubriendo sus inquietudes y asimilándolas... eso es observar. Pensamos qué juegos ofrecerle, qué actividades proponerle y cómo preparar su entorno para que sea motivador, estimulante y apetecible... ese es el objetivo de observar.

En cuanto a las actividades, no necesitamos grandes inversiones ni rompernos la cabeza. A los niños les gusta jugar y explorar con lo que les rodea, y ¿qué mejor que contribuir al desarrollo de su imaginación reutilizando los materiales de casa?. Por ejemplo, que le gustan los coches, pues con una garrafa podemos fabricar uno... que le gustan los animales, también con una garrafa podemos fabricarlo... También contribuimos al desarrollo de la creatividad: la de ellos y también la nuestra.

Si el niño descubre que sabemos y respetamos sus gustos, que le hemos observado y que puede disfrutar de las cosas que le gusta, estará muy feliz, se sentirá querido, forjará una buena autoestima... y todo ello contribuirá al desarrollo de una personalidad equilibrada.

Y si volvemos al principio de este texto, y a lo que el niño va o no aprendiendo, es importante recordar que cada niño tiene su propio ritmo y que debemos respetarlo, pero también es cierto que cuando un niño se implica en una actividad o juego que parte de sus propios intereses cada día quiere conocer más cosas, descubrirlas... surgen las preguntas, los "¿por qué pasa esto?", y además todo lo que aprende lo aprende de manera significativa, desde su propia experiencia, disfrutando, jugando... siendo feliz.

lunes, 11 de junio de 2012

Preparar su cumpleaños

Siempre he considerado el día de cumpleaños un día especial, importante, para festejar y celebrar. Como dijo una amiga hace muy poco:  "es el día en el que llegamos a este mundo, es el día en el que celebramos nuestra llegada y el inicio de nuestra historia".

A lo largo de la vida he conocido personas para las que esa fecha es una más del calendario, no les gusta festejarlo y ese día no es especial. Evidentemente lo respeto... pero yo soy el polo opuesto: ¡¡¡me encantan los cumpleaños!!!

Se acercaba la fecha en la que Juan iba a cumplir los dos años y en mi cabeza fluían muchas ideas para celebrarlo: en un local, en casa, en un sitio exclusivo para eso... no sé... ¡miles de ideas! Lo que tenía muy claro es que quería una fiesta en la que de verdad él fuera el protagonista, celebrando "el comienzo de su historia", con las cosas que más le gusta y la compañía que le agrada, y por supuesto que mamá iba también a sacar lo mejor de sí para ofrecérselo... y ya verán más adelante por qué digo esto.


Finalmente nos decantamos por celebrarlo en uno de los mejores lugares que conozco para familias, Café délices, entre otras cosas porque a Juan le encanta jugar allí, la compañía de las chicas que lo llevan, sus peques y los dulces que preparan... ¡un valor seguro para la tarta!. Por otro lado preparé una fiesta en la que hubiese cierto toque de magia, fantasía, expectación, "pringue", música... y todo relacionado con los gustos de mi chiquitín: números, animales, pintar, cuentos... ¡qué ilusión! y, el resultado... mejor de lo que esperaba... lo puedo asegurar.


Llegamos a la cafetería y... ¡ooooh! la canción favorita de Juan de fondo y una enorme pizarra con un mensaje de bienvenida llena de números. Cintas azules y pequeños detalles desde el cariño y las ganas de ver al homenajeado feliz.



  

Cuando ya habían llegado los niños... ¡tachán! apareció mamá (o sea yo) con la maleta de los cuentos... y como no podía ser menos, hice una pequeña función para todos los pequeñines y en especial para el mío. Al estar entre amigos y familia (para mi el público más difícil) y los nervios por ser el cumple de mi hijo, no puedo valorar la calidad de mi actuación, pero sí que puedo decir que había magia en el ambiente, ojos abiertos esperando saber qué le pasaría a la "Ratita presumida" o al " Elefante despampanante", sonrisas mientras cantamos los "Cinco lobitos" o "Cucú cantaba la rana", bebés atentos a la "Sra. Rana", y a mi pequeño protagonista pendiente a su mamá desde que apareció tocando una campanilla, buscando secretos en la maleta de los cuentos... pero especialmente sorprendido con el cuento final: "Un cuento para Juan", el cuento de la historia de su vida... más de algún asistente compartió esa emoción y más magia, si cabe, se respiraba en el ambiente.







Una vez metidos en faena... ¡pintamos un cartel gigante para el cumpleañero! con ceras, pinceles, dedos... ¡todo pringado! y todos disfrutando.












No faltaron caras maquilladas de animalitos e insectos, ni disfraces, ni juego, muuuuucho juego.
Y para terminar soplamos las velas de una deliciosa y preciosa tarta de números y chocolate, que dejó a Juan con la boca abierta... ¡para comerse un trozo gigante!. 



Gracias a quienes nos acompañaron en este día tan especial y disfrutaron con nosotros de esa magia... realmente nos lo pasamos genial pero sobre todo Juan: sabía que era su fiesta, que era un día importante y que sus amigos vinieron a jugar con él, se sintió querido y arropado hasta tal punto que tuvo sus cinco minutos de gloria de baile en pista... ¡ni yo misma me había imaginado que hiciera algo así!. Estaba cómodo, a su aire, de verdad que es de las pocas veces que le he visto tal grado de euforia... y mira que Juan es de todas todas un niño feliz.


Cómo me dijo otra amiga: "las cosas hechas desde el amor son las que mejor salen"... y en esa sala había mucho amor... porque como también dice el proverbio africano: "para educar a un niño hace falta una tribu entera" y ahí estaba la suya, celebrando el día en el que su historia comenzó.


viernes, 4 de mayo de 2012

Cómo hacer un móvil casero personalizado

Durante el embarazo de Juan y su primer año de vida busqué y leí mucho sobre manualidades y juguetes caseros para bebés, pero al final no llevé casi ninguno a la práctica entre los horarios de trabajo, las complicaciones del embarazo de Pablo, etc. Pero, para el pequeñín de la casa si pude hacer esté simpático móvil casero.

En un primer momento la utilidad era más bien la de ir estimulando su agudeza visual, pero quería algo personalizado con lo que se sintiera cómodo y que le llamara la atención por si mismo.
A los bebés con muy poco tiempo de edad les interesa mucho las caras, se fijan en ellas y van descubriendo sus detalles, así que... ¡nada mejor que las caras de la familia!. Por otra parte también era interesante que fueran las nuestras porque le ofrece seguridad: son las mismas caras que tiene ante sí desde que abre los ojitos hasta que los vuelve a cerrar, las que le hacen carantoñas, las que él mira buscando consuelo... Y finalmente, para que también las fuera reconociendo mientras le nombrábamos a quién correspondía cada una.

Si por ejemplo yo me tenía que duchar (una necesidad imperiosa después de un largo día de ajetreo, buches, y otros quehaceres con mi prole) y su yeya o papi se quedaban con él, mirar las caras de ese juguete le relajaba muchísimo cuando estaba nervioso... y por lo que ellos dicen especialmente la mía y la de su hermano.

Cuando empezamos a tener episodios de llanto en el coche, en los que , para un trayecto que habitualmente en veinticinco minutos estaría hecho, tardábamos hasta dos horas con cinco o seis paradas, se nos ocurrió colocarlo en la sillita del coche y la cosa mejoró bastante... yo seguía sentada junto a él dándole mi manita, acariciándolo y mostrándole mi rostro (también besándole y cantándole), pero le resultaba atractivo el artilugio y se centraba en él. He de decir que no era milagroso, porque ya sabemos que un bebé llora para comunicarse y no siempre se va a calmar de la misma forma (a veces hambre, a veces sueño, incomodidad), pero sí es cierto que se relajaba mirándolo y pasamos a tener menos paradas y en alguna ocasión pudimos hacer el recorrido completo.

Ahora lo utilizo para que vaya reconociendo los nombres de cada uno e identifique las caras. Le encanta porque lo puede coger, chupetear, moverlo... y se ríe muchísimo.

Los materiales que utilicé:

  • Un palo chino (se consigue en supermercados o bazares)
  • Cintas de raso de colores
  • Cintas o cordón blanco
  • Belcro
  • Silicona o en su defecto cola (yo prefiero la silicona)
  • Tijeras
  • Fotografías en las que coincidan el tamaño de las caras (o las puedes tratar con algún programa de retoque)
  • Papel de forrar (o plastificadora)

Pasos:

  1. Imprimir fotos, recortarlas y plastificarlas. Una vez terminadas, volver a recortar por el contorno de la cara.
  2. Pegar con silicona en la trasera de la imagen unas pequeñas tiras de cinta a modo de flequillos.
  3. Elegir el tamaño de las tiras y cortarlas, tanto las que tendrán las siluetas de la cabeza como las que servirán de agarre. 
  4. Pegar las tiras de la cabeza con silicona en un extremo al palo y en el otro extremo a la cara correspondiente. Las otras dos unirlas cada una por un extremo al extremo correspondiente del palo chino y unir las dos entre sí con un lazo por el otro extremo.
  5. Cortar unas tiras de belcro y hacer un cierre circular que nos sirva para colocarlo en varios sitios (arco de juegos, soporte de la sillita del coche, etc.). Pegar el belcro al lazito con silicona.

También podemos personalizarlo de otro modo: con colores, formas, animales... ¡con lo que queramos mostrarle al peque!.

Espero que les guste, les sea de utilidad y les inspire para crear incluso otros juguetes caseros, esto es sólo una idea de la que partir.


lunes, 30 de abril de 2012

¿Qué tiene de malo jugar en el barro?

Hoy he tenido una regresión: me he visto a mi misma con 4 años jugando con otros niños en casa de unos primos lejanos a llenar una botella con barro y simular que era un refresco. Recordé el olor, el tacto en mis manos, la sensación de felicidad que invadía mi cuerpo y hasta el sabor... sí, ¡comí barro porque estaba jugando a que era una bebida! y un potaje, y una pella de gofio, y cualquier cosa que se nos venía a la mente. Estaba manchada: la camisa, los zapatos, el pantalón, las manos, el pelo... y estaba más que contenta, tanto que aún hoy tengo ese recuerdo vivo en la cabeza.

Al mirar a Juan, me he visto a mi. Me miró con su cara llena de barro, con restos en el pantalón y en los zapatos, con las mangas mojadas y las uñas "enguarradas"... ¡y con una sonrisa de oreja a oreja diciendo: mamá, las piedras fuertes en el agua, fiiiun! (o lo que es lo mismo: mamá estuve tirando piedras al agua muy fuerte y sonaban en el aire).




Hoy hemos tenido un día en el campo de los que me gustan: correr por las piedras, recogerlas del camino, recolectar tesoros de la naturaleza, escuchar los pájaros y ver a las hormigas buscar comida, jugar con el agua y la tierra e incrustar los deditos de los pies y de las manos, darle pan a las palomas, respirar aire limpio y reír a carcajadas. ¡¿Qué más se puede pedir?!

A lo lejos, veía unos niños de entre 5 y 8 años recoger piedras y tirarlas a la presa, buscar animales, saltar entre las rocas, hacer de exploradores... ¡mil maneras de jugar sin necesitar nada más que lo que la propia naturaleza nos ofrece y pone a nuestro alcance!. No les hizo falta sofisticados juegos, planificación previa ni mucho menos un adulto que los guiara; simplemente dar rienda suelta a su imaginación. Y, como era de esperar, también demostraban estar felices y contentos.

Un día en el campo suele ser un ¡gran día!. En mi última entrada hablaba de los sentidos y cómo acompañar al bebé o niño en su día a día para estimularlos... una excursión en la naturaleza es de las mejores oportunidades.

Pablo descalzo pisaba la tierra húmeda, mientras sonreía y levantaba la vista como diciendo: ¡yuos mami qué es esto!. También se sentó, agarró un puñadito de la misma tierra y la deslizó entre sus dedos, una y otra vez. Miraba en la orilla cómo su yeyo y su hermano lanzaban piedras al agua, cómo salpicaban y escuchaba el sonido al chocar con el agua. Y sus ojos rasgados se abrían todo lo que podían asombrados ante tal maravilla. Y la brisa le daba en su carita, en su piel, y sacaba su lengüita para que también allí llegara el frescor. Y tras tanta actividad... ¡una buena siesta en el pecho de su papi!. Descansando también entre el murmullo de la brisa y las hojas de los árboles. Procesando toda esa información en su pequeña cabecita.

¡Parece todo tan bucólico! pero... ¡realmente sucedió así!. Disfrutando, experimentando, siendo libres de espíritu, mente y acción, descubriendo las leyes de la física en una actividad cotidiana., las matemáticas en el número de piedras que su tío le cargaba (y el lenguaje, y el medio...) Jugando y creciendo feliz.

Es cierto que la gente nos mira sorprendidos por varios motivos: aparecemos con dos bebés sin carritos, en este caso con las mochilas ergonómicas (en lugar de los fulares) para transportarlos, dejamos que toqueteen todo lo que se encuentran a su alcance (evidentemente aquello que pueda tener un peligro real no, como puede ser un fuego encendido o similar), si quieren dormir o descansar pues pegaditos a sus papis o en una mantita en el suelo cerca de la tierra y las piedrecitas... Además soy consciente de los prejuicios que la actividad de mis hijos conlleva. Recuerdo una persona muy cercana hacer el siguiente comentario una vez: "Estuvimos de asadero y había unos niños pequeños jugando en la tierra y el agua todo el rato, sucios, y la madre decía que así es como se divertían y como mejor se inmunizaban... ¡ay qué ver! yo no sé en qué están pensando esos padres..." Jeje, imagino que hoy en día opinará eso mismo de mi; esa persona y todas las que me miran asombrada mientras revuelvo la tierra con mis hijos.

¡Pero qué felicidad! quizás es que yo sigo siendo una niña... y todos los que estábamos hoy en este día con mis enanillos también. Mi prioridad es que mis hijos sean felices, y con ello que crezcan sanos mental y físicamente, que sepan resolverse en la vida, que amen y se sientan amados, que estén orgullosos de quienes son, que sean ellos mismos y se respeten. Entonces ¿qué tiene de malo jugar con el barro?... que te ensucias... ¡pues se limpia!.

Mientras los miraba jugar pensaba en más cosas qué hacer en un día de campo cuando ya sean un poco más mayores:

  • Buscar conejos y sus madrigueras
  • Recoger plumas de las aves
  • Buscar piedras con formas y colores extraños
  • Buscar insectos
  • Buscar frutos o semillas caídas
  • Seguir un sendero y pasear
  • Sacar fotografías 
  • Hacer dibujos en la tierra
... y todo lo que ellos mismos me puedan proponer. Pero ahora siguen siendo muy pequeños y los que les gusta es explorar, observar, experimentar y jugar. Jugar y ensuciarse en el barro.






martes, 24 de abril de 2012

Despertando los sentidos

Durante los primeros años de vida de un ser humano, según muchos autores durante los seis primeros, nuestro cerebro está asimilando toda la información y desarrollando aquellas capacidades que en la vida adulta vamos a necesitar para "sobrevivir"... y en cada contexto cultural o tipo de sociedad destacarán unas más que otras. Por ello durante este periodo tenemos que mostrar al niñ@ estímulos que favorezcan esa apertura al mundo y garantizar, en la mayor medida en que podamos, una buena adaptación al medio que repercuta en el logro de la supervivencia. Dicho de otra manera, tenemos que ofrecer a nuestros peques la posibilidad de desenvolverse en el medio que les ha tocado vivir de manera satisfactoria.

Los sentidos aquí se convierten en los protagonistas; son ellos los que aportarán diferentes percepciones con las que el niño o niña construirá la realidad: su realidad.

Los bebés están descubriendo a cada instante y sin descanso el mundo que les rodea, implicando en esa tarea los órganos sensoriales: sus ojos, su nariz, su boca, su oído y su piel. Desde antes de nacer ya los han estado utilizando y ejercitando, y una vez han salido del vientre de su mamá tienen por delante todo un universo por explorar con ellos.

En los primeros meses del bebé lo más importe es colmarlos de afecto, alimentarlos y ofrecerles la seguridad que reclaman y necesitan, pero también acompañarlos en ese proceso de despertar los sentidos. Para quienes practican el método piel con piel y una crianza con apego utilizando fulares y demás, es mucho más sencillo ya que todos sus sentidos están constantemente siendo activados y estimulados por las sensaciones que ello produce: la voz de mamá cuando habla, el calor y el contacto con la piel, participar en la vida cotidiana pudiendo observar y escuchar en todo momento lo que sucede alrededor, teniendo al alcance múltiples objetos cotidianos de diferentes texturas, sabores, olores... ¡todo un mundo de posibilidades!. También  es importante saber que con cualquier actividad que hagamos con nuestro chiquitín estaremos activando e impulsando el desarrollo de dichos sentidos: hablar con él/ella, cantarle, masajearle, acariciarle, dejar que inspeccione los objetos que tiene a su alcance, oler los aromas de su entorno, etc.; sin olvidarnos de que no es aconsejable ni los ruidos ni olores fuertes por los daños que puedan ocasionar en los órganos correspondientes. Tampoco debemos pasar por alto los ritmos del niño y lo que demandan en cada momento y ceñirnos a jugar con ellos cuando están fresquitos y activos, ya que de lo contrario estaremos generándoles estrés.

A medida que van creciendo sería interesante seguir en la misma línea de juegos sensoriales y ampliar un poquito más en concepto y forma, ya que ellos también se van haciendo más sofisticados en sus propios juegos. En próximas entradas publicaré actividades sensoriales para diferentes tramos de edad que puedan desarrollar en diversos contextos: playa, campo, casa, parque, etc.

Es emocionante observarlos y acompañarlos en esta gran aventura... y quizás nosotros podamos redescubrir con ellos sensaciones dormidas en nuestra memoria.

viernes, 20 de abril de 2012

¿A qué jugamos?

O como diría mi pequeño: "mamá ¿qué hacemos?", se convierte en una de las preguntas más formulada por los niños.

Según la R.A.E. , en la primera acepción del término, jugar es "hacer algo con alegría y con el solo fin de entretenerse o divertirse", por lo que con esta definición entendemos que el objetivo del peque es pasarlo bien, pero... ¿haciendo qué?. Continuando con este significado, la actividad en sí misma es  imprecisa... es "algo" sin concretar. Así que a la pregunta de ¿a qué jugamos?... podemos responder con un... ¡a lo que sea!.

Cuando pasamos muchas horas con un niño o niña solemos conocer sus gustos, intereses, sueños, etc., y, si además hemos sido buenos observadores (esto merece una entrada independiente), tendremos muchas pistas para ofrecerles con éxito la diversión que andaban buscando. Parece sencillo, y realmente creo que lo es, pero entonces ¿por qué a veces nos cuesta tanto saber qué hacer con él/ella?. Posiblemente y debido a toda la información que tenemos al alcance, estamos saturados con cuestiones como: debe ser un juego con el que trabaje una destreza o aspecto del desarrollo, debe tener normas para que las vaya asimilando, debe ser un juego o juguete homologado de tales materiales y resistente a mil y un choques... que no prestamos atención y perdemos la capacidad de descubrir en lo cotidiano esa actividad o juego y creemos que es indispensable un juguete específico o similar. Con ello, no quiero decir que todos los aspectos enumerados anteriormente no sean importantes, al contrario, si no lo fueran este blog tampoco tendría mucho sentido, pero sí considero interesante saber utilizar esa actividad cotidiana y convertirla en un juego. Pongo un ejemplo que sirva de ilustración. A mi Juanillo le encanta tanto los números que tiene puzzles, libros, dibujos en la pared, etc. y también le gusta mucho limpiar.  En alguna ocasión, cuando pronuncia las palabras mágicas "mamá ¿qué hacemos?" yo podría plantearle lo siguiente: "Juan, pensaba poner una lavadora, ¿me acompañas? tú puedes encargarte de contar los calcetines y meterlos y después ayudarme con el jabón ¿te parece?". A menos que entre tanta explicación se le haya ocurrido otra idea mejor, lo más probable es que de su boca salga un "¡¡¡¡sí!!!!" y vaya corriendo a la cesta de la ropa. ¿Está jugando?... según la definición con la que empezamos sí: está entretenido y alegre mientras ayuda a su mami a hacer la colada, y si me atrevo a plantear un  "¿te gusta hacer esto?", con sus ojos iluminados y la sonrisa de oreja a oreja me dirá "si le gusta a Juan". Otra curiosidad: ¿qué pasa con todas esas destrezas a tener en cuenta, con las normas, con los materiales...? ¿aparecen en este juego?... ¿qué creen ustedes?.

Teniendo presente esta reflexión, quizás lo que nos parecía tan complicado ahora nos resulte fácil... incluso  un reto motivador... ¿a qué puedo jugar con mi niño/a?.

Si volvemos al concepto inicial: "jugar es hacer algo con alegría y con el solo fin de entretenerse o divertirse", deducimos que podemos hacer cualquier cosa jugando, lo que nos propongamos, como aprender los contenidos de la escuela/educación formal (esto también merece su propia entrada). Seamos creativos y, si sospechamos que no lo somos, apoyémonos en las experiencias y sugerencias que otros nos ofrecen... Porque jugando, los niños crecerán felices.

domingo, 15 de abril de 2012

Un nuevo proyecto

Tras unos días editando este espacio... ¡hoy comienzo a publicar!.

Jugar y Crecer feliz se convierte para mi en un nuevo proyecto personal y profesional, un proyecto con el que compartir mi pasión por los niños, su crecimiento y desarrollo.

Publicaré sobre juegos, cuentos, música, desarrollo infantil y cualquier aspecto relacionado en estos términos con la infancia, desde un enfoque respetuoso con los ritmos, preferencias y personalidad de cada niño.

Además ofrezco servicios de cuentacuentos, talleres infantiles, talleres en familia, fiestas y cuentos personalizados.

JUGAR: porque el juego es uno de los mejores medios que tiene el niño para descubrir el mundo y asimilarlo, y porque los adultos necesitamos participar también de ese juego.
CRECER: porque en esta relación de madre/padre/educador - niñ@, todos crecemos, l@s niñ@s y también nosotros los adultos; crecemos como personas y alimentamos nuestra alma.
FELIZ: porque es la sensación que debemos experimentar chicos y grandes en todo este proceso; debemos ser felices sin límites, disfrutar de cada instante, y, aunque nos tropecemos y caigamos, no borrar la sonrisa de nuestra cara nos dará la fuerza suficiente para seguir. Así nuestr@s pequeñ@s tendrán una base sólida sobre la que construir e inventar sus propias vidas.

Espero que les guste... y ¡gracias por leerme!