Durante el embarazo de Juan y su primer año de vida busqué y leí mucho sobre manualidades y juguetes caseros para bebés, pero al final no llevé casi ninguno a la práctica entre los horarios de trabajo, las complicaciones del embarazo de Pablo, etc. Pero, para el pequeñín de la casa si pude hacer esté simpático móvil casero.
En un primer momento la utilidad era más bien la de ir estimulando su agudeza visual, pero quería algo personalizado con lo que se sintiera cómodo y que le llamara la atención por si mismo.
A los bebés con muy poco tiempo de edad les interesa mucho las caras, se fijan en ellas y van descubriendo sus detalles, así que... ¡nada mejor que las caras de la familia!. Por otra parte también era interesante que fueran las nuestras porque le ofrece seguridad: son las mismas caras que tiene ante sí desde que abre los ojitos hasta que los vuelve a cerrar, las que le hacen carantoñas, las que él mira buscando consuelo... Y finalmente, para que también las fuera reconociendo mientras le nombrábamos a quién correspondía cada una.
Si por ejemplo yo me tenía que duchar (una necesidad imperiosa después de un largo día de ajetreo, buches, y otros quehaceres con mi prole) y su yeya o papi se quedaban con él, mirar las caras de ese juguete le relajaba muchísimo cuando estaba nervioso... y por lo que ellos dicen especialmente la mía y la de su hermano.
Cuando empezamos a tener episodios de llanto en el coche, en los que , para un trayecto que habitualmente en veinticinco minutos estaría hecho, tardábamos hasta dos horas con cinco o seis paradas, se nos ocurrió colocarlo en la sillita del coche y la cosa mejoró bastante... yo seguía sentada junto a él dándole mi manita, acariciándolo y mostrándole mi rostro (también besándole y cantándole), pero le resultaba atractivo el artilugio y se centraba en él. He de decir que no era milagroso, porque ya sabemos que un bebé llora para comunicarse y no siempre se va a calmar de la misma forma (a veces hambre, a veces sueño, incomodidad), pero sí es cierto que se relajaba mirándolo y pasamos a tener menos paradas y en alguna ocasión pudimos hacer el recorrido completo.
Ahora lo utilizo para que vaya reconociendo los nombres de cada uno e identifique las caras. Le encanta porque lo puede coger, chupetear, moverlo... y se ríe muchísimo.
Los materiales que utilicé:
Pasos:
También podemos personalizarlo de otro modo: con colores, formas, animales... ¡con lo que queramos mostrarle al peque!.
Espero que les guste, les sea de utilidad y les inspire para crear incluso otros juguetes caseros, esto es sólo una idea de la que partir.
Cuando empezamos a tener episodios de llanto en el coche, en los que , para un trayecto que habitualmente en veinticinco minutos estaría hecho, tardábamos hasta dos horas con cinco o seis paradas, se nos ocurrió colocarlo en la sillita del coche y la cosa mejoró bastante... yo seguía sentada junto a él dándole mi manita, acariciándolo y mostrándole mi rostro (también besándole y cantándole), pero le resultaba atractivo el artilugio y se centraba en él. He de decir que no era milagroso, porque ya sabemos que un bebé llora para comunicarse y no siempre se va a calmar de la misma forma (a veces hambre, a veces sueño, incomodidad), pero sí es cierto que se relajaba mirándolo y pasamos a tener menos paradas y en alguna ocasión pudimos hacer el recorrido completo.
Ahora lo utilizo para que vaya reconociendo los nombres de cada uno e identifique las caras. Le encanta porque lo puede coger, chupetear, moverlo... y se ríe muchísimo.
Los materiales que utilicé:
- Un palo chino (se consigue en supermercados o bazares)
- Cintas de raso de colores
- Cintas o cordón blanco
- Belcro
- Silicona o en su defecto cola (yo prefiero la silicona)
- Tijeras
- Fotografías en las que coincidan el tamaño de las caras (o las puedes tratar con algún programa de retoque)
- Papel de forrar (o plastificadora)
Pasos:
- Imprimir fotos, recortarlas y plastificarlas. Una vez terminadas, volver a recortar por el contorno de la cara.
- Pegar con silicona en la trasera de la imagen unas pequeñas tiras de cinta a modo de flequillos.
- Elegir el tamaño de las tiras y cortarlas, tanto las que tendrán las siluetas de la cabeza como las que servirán de agarre.
- Pegar las tiras de la cabeza con silicona en un extremo al palo y en el otro extremo a la cara correspondiente. Las otras dos unirlas cada una por un extremo al extremo correspondiente del palo chino y unir las dos entre sí con un lazo por el otro extremo.
- Cortar unas tiras de belcro y hacer un cierre circular que nos sirva para colocarlo en varios sitios (arco de juegos, soporte de la sillita del coche, etc.). Pegar el belcro al lazito con silicona.
También podemos personalizarlo de otro modo: con colores, formas, animales... ¡con lo que queramos mostrarle al peque!.
Espero que les guste, les sea de utilidad y les inspire para crear incluso otros juguetes caseros, esto es sólo una idea de la que partir.
Qué buena idea, Sabina!
ResponderEliminarGracias por compartirlo, con todos los detalles, materiales y paso a paso. jejejejeee!!!!
Aitor no le gusta nada ir en el coche, desde que nació; y también paramos varias veces en un sólo trayecto. A mi lo que me funciona es las canciones, hablarle lo que estamos viendo, colores, formas, ruidos,... de todo lo que vemos, nombrarle el lugar por donde vamos, y lo que vamos a ver después. Lo mismito hacía con Liam cuando era más pequeño; casi 4 añitos y va muy tranquilo en el coche. Todo llega...
Un beso y un abrazo!!!
¡Qué original! Me ha gustado mucho la idea. Lo que la explicación de cómo hacerlo no me ha quedado clara (igual es por la hora, que es la 1:30 de la madrugada jajaja). En cuanto pueda ponerme con ello, si tengo problemas, te aviso. Aunque seguro que no, pues parece sencillo ¡¡sigue contándonos cositas!!
ResponderEliminarBesotes